Lo lloró, se despidió y lo enterró, pero unas horas después escuchó sus maullidos.
Nathan Sonoras y su gato Loki han sido compañeros de vida durante 3 años. Se unieron un día cuando Nathan transitaba por su barrio y se encontró con un gatito negro adulto vagando por las calles solito. Él se conmovió con el pequeño y lo llevó a su casa.
A partir de ese momento se volvieron inseparables, pues el gatito estaba muy agradecido con su salvador y quiso quedarse a vivir allí junto a él. Loki rápidamente se convirtió en un gato amoroso, le gustaba pasar tiempo junto a Nathan y como el hombre vivía solo, en casa únicamente se tenían el uno al otro.
Aunque estos dos amigos eran muy unidos, al gato le gustaba pasar tiempo solo, Loki disfrutaba mucho de salir de casa y darse una vuelta por el vecindario, no le agradaba el encierro y por eso para él era necesario pasar algunas horas explorando la naturaleza de la zona, visitar otros animalitos del barrio e incluso jugar con ellos.
Nathan realmente no se molestaba con la idea, lo permitía, pues consideraba que era normal tratándose de un gatito que había sido callejero durante tantos meses de su vida.
Un día Nathan se encontraba de regreso en su casa, iba conduciendo su coche cuando de repente hubo una escena que le preocupó, pues al fondo de la carretera se encontraba un gatito negro botado en el suelo, claramente algo le había ocurrido. En apariencia un coche lo había arrollado y si el gatito aún estaba con vida, de seguro estaba herido.
Nathan detuvo el coche y se acercó con gran temor de que fuese su gato, cuando tocó al pequeño se dio cuenta que el cuerpo estaba ya sin vida, inmediatamente se echó a llorar, pues él pensó que el tiempo con su gatito había llegado a su fin.
Desconsolado llamó a su novia para contarle, realmente estaba destrozado, no sabía que hacer y necesitaba apoyo para darle el homenaje que su pequeño amiguito merecía.
Junto a su novia, Nathan llevó el pequeño cuerpo al jardín de su casa, allí lo enterraron y le hicieron un emotivo funeral.
Cavamos un agujero justo al lado de un bonito árbol.- Dijo Nathan. Lloramos, compartimos buenos recuerdos y hablamos sobre cómo esperábamos que Loki corriera libre en el cielo de los gatitos. Fue muy triste despedirnos.-Finalizó.
Cuando la noche llegó, Nathan no paraba de llorar y lamentar la pérdida, realmente no podía aceptar que su gatito se había ido para siempre.
Estábamos llorando, – dijo. Solo deseé y deseé tanto que él todavía estuviera vivo.
Al día siguiente Nathan despertó temprano para llevar a su padre al trabajo, ya que sus papás viven en la casa de al lado. Les estaba contando el triste suceso mientras las lágrimas no dejaban de correr por su rostro, cuando de repente ocurrió algo sorprendente.
En ese momento, justo detrás de mí, escuché el maullido exacto de Loki. Salí y ahí estaba.- Dijo eufórico Nathan.
Aunque el gatito ocasionó una gran tristeza y preocupación, finalmente se encontraba sano y salvo, solo estaba en uno de esos paseos rutinarios que le gustaba hacer. Nathan, realmente estaba en shock, no podía creer lo que estaba pasando y aunque el sentimiento que reinaba en ese momento era el de la incredulidad, se dejó llevar más por la alegría, la emoción y el alivio que sintió.
Después de que pasó la emoción del momento y fue confirmado que el gatito era Loki, Nathan entendió qué era lo que había sucedido. Resulta que el gatito que la noche anterior él se había encontrado en el camino no era Loki, era un gatito negro muy, muy parecido a él, de ahí la confusión.
A pesar de la felicidad que Nathan sintió de que el gatito cuyos restos reposaban en su jardín no fueran los de su adorado Loki, sintió gran pena por el gatito que había perdido su vida al lado del camino, por lo que agradeció haber tenido la oportunidad de honrar el recuerdo de su existencia y haberle dado un lugar en su casa para ser sepultado con amor y dignidad.
Creo que toda la vida es sagrada. Incluso si fue otro gato, me alegra poder honrarlo de esa manera.- Expresó Nathan.
Ahora que Nathan disfruta y valora más que nunca la presencia de Loki, decidió no volverlo a dejar salir, a menos que sea bajo su supervisión. Y aunque muy seguramente eso no le va a gustar a su peludito, Nathan se siente seguro de su decisión, comprendió que en las calles existen muchos riesgos para los animalitos y que debe primar por encima de todas las cosas su seguridad y bienestar.
Nathan también invita a que las personas que por consentir a sus gatos o perros los dejan salir solos, no lo sigan haciendo. Pues realmente se los pone en una situación de riesgo, pues las posibilidades de que las cosas salgan mal para ellos en estas circunstancias son muchas, ellos van a sufrir muchísimo y nosotros como sus dueños y como las personas que más los amamos, vamos a tener que soportar mucha tristeza y culpa.
Fuente: TheDodo.