Con 14 añitos vivió a plenitud, rodeado del amor de todos los que conocieron a este singular perrito.
Buddy se hizo conocer en el mundo por su gran inteligencia y astucia, pues el cachorro de golden iba todas las mañanas a la tienda solito con una bolsita en su boquita que contenía dinero, caminaba por las calles rápidamente pero con mucho cuidado, miraba a ambos lados antes de pasar una calle y no se dejaba coger de nadie, cuando llegaba a la tienda, esperaba pacientemente a que la vendedora le llenará su bolsita mientras movía con emoción su colita y luego se iba muy feliz de regreso a casa.
El papá humano del perrito, Alberto, asegura que el peludito siempre fue muy obediente, noble y sobretodo inteligente, él cree que aquel perrito estaba destinado a pertenecer a su vida, pues hace muchos años, su hija, que en ese momento tenía 10 años, le dijo que quería un perrito golden que se llamara Buddy, recientemente había visto una película que tenía un personaje así y quería hacerlo realidad en su vida.
El señor al principio no estuvo de acuerdo pues consideraba que la compra de animales de raza no estaba bien, habían muchos perritos criollos sin hogar y prefería adoptar uno de ellos, sin embargo, una vecina lo contactó para decirle que su perra golden había tenido cachorros y que había uno en particular que no había podido vender porque la gente creía que no era puro, entonces se le ofreció y le dijo que podía llevarlo sin ningún costo.
Alberto accedió y pronto Buddy hizo parte de su hogar, él creció rodeado de mucho amor y cuidados por parte de su familia, lo consideraban un hijo más de la familia y uno muy especial, pues empezaron a notar que el pequeño entendía todo lo que se le decía, nunca toco entrenarlo, simplemente se le daba una orden o elogio y él respondía acorde a la frase que se pronunciaba.
El papá de Buddy afirma que por falta de tiempo no podía estar yendo a la tienda por la comida del perrito, pues el atendía un puesto sobre la calle, donde vendía periódicos, lo que le impedía alejarse del lugar.
Fue entonces cuando un día se le ocurrió ir con su perrito a la tienda de mascotas y decirle a la vendedora: “Voy a mandar a Buddy por su comida hasta acá, él va a venir con una bolsita que contiende dinero, toma el billete y dale la cantidad de comida que corresponda“, la mujer lo miró muy extraño pero acepto.
Al dí siguiente, el hombre puso la bolsita en el hocico de Buddy y le hizo una señal con su mano de que se fuera, pronunciando la frase “ve por tu comida“, él se volteo y cogió camino hacia la tienda de mascotas, el hombre, no del todo seguro de que su perrito llegará a donde era, se fue detrás de él sin que este lo notará.
Efectivamente Buddy llegó a la tienda y reclamó su comidita.
Para la familia de Buddy este era sólo una muestra más de lo inteligente y especial que era su perrito,pero para las personas que vivían en el vecindario, Buddy era una fuente de diversión y ternura, todos comenzaron a quererlo, a darle comida y a jugar con él, pronto el perrito se convirtió en el ser más famoso y adorado de un vecindario ubicado en Argentina.
Mira a continuación un vídeo que muestra la rutina que tiene que hacer este adorable perrito para ir a comprar su comidita.
Le llegó a Buddy la hora de partir de este mundo.
Tristemente, el cachorro de 14 años falleció hace unos meses de manera natural, pues ya estaba muy viejito y tenía dificultades para hacer sus actividades básicas, como lo son el comer, masticar, hacer del cuerpo, entre otras necesidades.
Sus análisis estaban perfectos, se vino abajo en cuestión de días. Tenía que ayudarlo a pararse y para que comiera le mojaba el alimento con pan y leche. No sufrió, no tuvo dolor, el veterinario me dijo que un perro de este tamaño no vive más de 10, 12 años. El llegó a los 14 y bien de salud. Me consuela saber que el gordo descansa tranquilo. – Comenta Alberto a La Nacion.
Alberto se siente muy orgullo del hijo peludito al que crió y cuido con tanto amor, cada vez que alguien le pregunta por él, más que ponerse a llorar, se alegra de recordar a ese ser tan especial que lo acompañó por tantos años.
Era mi amigo, mi familia. Te hacía el aguante en todo, siempre hacía caso, quería comer todo el día, tuvo una vida hermosa, acariciado y mimado por toda la gente que se acercaba a mi puesto de trabajo. – Anuncia Alberto a Notas a La Nacion.
Un vecino de Alberto y Buddy, decidió destinar una parte del terreno en donde vivía para sepultar al cachorro que fue adorado por todos en el vecindario, también para que el cachorro sintiera que seguía estando en su hogar y rodeado de su familia.
Alberto agradeció el detalle del hombre, pero igual aseguró que Buddy todavía vivía, pues este permanecía en su corazón.
Descansa en paz Buddy, todos te recordaremos con mucho cariño.
Lo podré ir a visitar a diario, porque siempre estará en mi corazón. – Finaliza Alberto a La Nacion.
Fuente: LaNacion.