Son un poquito intensos, lo sabemos.
Riley, Libby, Cali, Murphy y Sophie, todos son de distintas razas y tienen maneras de ser completamente distintas, no obstante hay algo que tienen en común que los une y no es exactamente el hecho de que se quieran mucho y antes siempre juntitos, es el hecho de que todos tienen una absoluta obsesión por su mamá humana, Abby, a la que aman más que a nada en el mundo.
Donde quiera que vaya esta afortunada y muy amada madre, sus perritos siguen los pasos de sus pies sin distraerse, pues no quieren desperdiciar un sólo segundo de sus vidas sin la persona que más quieren, además, buscan asegurarse de que esté a salvo, incluso cuando va a lugares donde preferiría estar sola, como el baño y la ducha.
Sin duda alguna la actividad favorita de estos intensos y obsesivos animalitos es el mirar a su mamá como si fuera lo más hermosa que hubieran visto, basta con que la mujer nombre alguna palabra, para que los cinco la miren con mucha atención y respeto.
Una anécdota que merece ser contada.
Recientemente Abby se encontraba de paseo con sus cinco hijitos, había ido a visitar un hermoso río, la manada quería tener un día tranquilo y estar rodeados de naturaleza, por lo que se alistaron y se fueron a pasar juntos un día increíble.
Todo iba como de costumbre, paso que daba Abby, paso que daban los cinco cachorros, palabra que pronunciaba Abby, palabras que era bien atendidas por los perrunos, eran muy obedientes y más que jugar y correr, querían estar junto a ella.
De un momento a otro la mujer tuvo que ir al baño, no podía dejarlos solos porque no iba con nadie más, ella estaba sola y sabía que si los dejaba amarrados, llorarían, por lo que un poco avergonzada pero sabiendo que era lo mejor para sus hijitos los entró a un baño público, ellos muy emocionados de ir a cada rincón con su mamá, obedecieron sus palabras.
Se comportaron muy bien como suelen hacerlo, les dije ‘adentro’ y todos se acostaron y me miraron amorosamente. – Aseguró Abby a The Dodo.
Una experiencia cotidiana para los perritos, pues según su mamá humana, el ir al baño con ella es de las experiencias más gratificantes y emocionantes para sus tontitos pero amorosos hijitos, no obstante, fue una experiencia poco usual para las personas que también se encontraban en el baño, todos estaban extrañados de ver a una mujer con tantos perritos, pero estaban muy conmovidos de ver tanto amor y divertidos de observar tanta inocencia y nobleza en sus ojitos.
Se nota que Abby se ha esforzado mucho por ser una madre ejemplar y amorosa, pues no sólo se puede ver que los cachorros están muy bien cuidados, sino también se puede ver el profundo amor en sus miradas, amor que sólo es merecedor de alguien que puede valorar y querer el almita de los seres más puros e inocentes, los perritos.
Con información de: The Dodo.