Este burrito ama a su papá porque lo adoptó y cuidó desde bebé.
Moviendo su colita, le dice a su papá cuanto lo extrañó. Walter es el nombre de este cariñoso burro, que apareció en la vida de los Blake y sus tres hijos pastor alemán para enseñarles lo que es el verdadero amor. Apenas era un bebé cuando llegó a su nueva casa y no tardó mucho tiempo para adaptarse y sentirse como uno más de la familia.
Walter era apenas un bebé cuando tuvo que enfrentarse a la soledad, su madre biológica no quería hacerse cargo de él. A pesar de 10 arduas horas de intentos porque su progenitora lo llevara consigo, fue imposible.
Lo que menos quería la población era abandonarlo a la suerte y verlo deambulando por las calles, por lo que la Oficina de Administración de Tierras y los habitantes de Oatman, Arizona, decidieron llamar a los Blake. Una simple llamada sirvió para que esta familia aceptara hacerse cargo del joven burrito.
Con timidez y un poco de ingenio este burrito se ha ganado el amor de su familia.
En la cabeza de este pequeño no existía la palabra diferente, y eso le ayudó al iniciar esta gran aventura en su nuevo hogar. Primero se ganó el amor de su padre Brad Blake, el cual recibe de su hijo burrito una calurosa bienvenida al regreso de cada viaje de negocios, siempre es el primero en saludarlo con su particular forma de mover la colita, saltar y correr.
Caminando y durmiendo a su lado, Walter le va demostrando su amor y agradecimiento por haberlo adoptado cuando nadie quería hacerlo, incluso su madre biológica. Por el contrario, Kelly su mamá adoptiva, lo acepta tal y como es, de ahí la decisión de tenerlo en casa como un miembro más.
La complicidad con sus tres hermanos perritos se hace notar, pues a ellos les debe las clases de modales dentro de la casa y otras actividades como la de ir al baño solito. Y si Walter necesita ayuda, confía en que sus hermanos le tenderán una patica para ayudarlo. El tiempo ha hecho de las suyas y él ha aprendido tanto que a veces se comporta como si fuera uno de los perritos. Duerme, come, salta y mueve su colita como ellos.
Todas las noches caminamos por el desierto para hacer ejercicio y Walter corre con nuestros pastores como si fuera uno de los de la manada – Le dijo Brad a The Dodo.
Sus divertidas formas de demostrar amor y agradecimiento.
Como símbolo de gratitud hacía la comunidad que le buscó su amoroso hogar, Walter trabaja en varias organizaciones de beneficencia y también ayuda como burrito de apoyo emocional. Es conocido en su pueblo y en sus redes sociales por su forma de actuar y aunque muchos aseguran que se cree perro por hacer las cosas que hacen sus hermanos, no es así, él sabe que es único e inigualable.
En el siguiente video podrás ver un poco de este maravilloso burrito.
Fuente: Facebook Walter, The Dodo