Una aventura perruna inesperada.
Fue en medio de una mañana en que este travieso peludito escapó de casa tras haberse sentido aburrido de jugar solito mientras su dueño hacía la siesta, quizás todos sus juguetes ya no le parecían tan interesantes como al principio. Luego de varios intentos por despertar al hombre que con esmero y cariño lo cuidaba a diario, Chico, como lo llamaron desde que era tan solo un cachorrito, decidió que estaba cansado de esperar y salió a buscar aventuras él solito.
Suponemos que durante un par de horas hizo lo que todo perrito suele hacer: correr como un tontito de una calle a otra, olisqueando cada esquina y rincón a su paso. Como es un perrito de raza grande y apenas tiene un año de edad, su energía y curiosidad son inagotables, tal vez fueron esos bríos los que lo hicieron alejarse demasiado de casa. Sin darse cuenta, el peludito se había perdido.
Sin embargo, por alguna razón que desconocemos, este astuto Husky con Pastor Alemán, supo qué hacer. Tal vez por instinto, tal vez por casualidad, Chico se dirigió a una comisaria de policía, entró como si conociera el lugar de toda la vida, se acercó al mostrador y paradito en sus dos patitas, llamó la atención de los oficiales que estaban de turno.
Hola, ¿alguien puede ayudarme?
Una mañana muy divertida a cargo de este perrito, pasó el Departamento de Policía de Odessa, en Texas. A pesar del ajetreado corre, corre del día, todo transcurría con total tranquilidad, pero en un momento los uniformados recibieron una visita inesperada. Chico el perrito entró por su propia cuenta a la estación, y muy tranquilo decidió poner sus dos paticas sobre el mostrador, como queriendo informar algo. Los oficiales muy atentos, tomaron la declaración que tenía como finalidad relatar que él estaba perdido.
Aunque no parecía estarlo del todo, le contó Rusty Martin, el sargento que estaba entre los uniformados que recibieron el divertido caso, a The Dodo.
La presencia del tierno perrito paralizó por un rato la estación, incluso, entre ellos hablaron de la posibilidad de que él perro estuviera paseando por el vecindario y al verlos tan estresados, entró para sacarlos de la monotonía del día a día y de paso dibujarles una sonrisa.
Todos estábamos emocionados de tenerlo en las instalaciones. Teníamos una pelota de tenis y se la arrojábamos en el vestíbulo. A todos les encantó – Le dijo Martin a The Dodo.
Los oficiales estaban tan felices con su presencia que se tomaron fotos con él y hasta las subieron a la página de la estación, primero para informar que el perrito se estaba reportando él mismo como perdido y segundo, que tal vez había llegado al lugar porque quería ser parte del escuadrón canino K9.
Ve por ella Chico, tráela, no la muerdas – Le gritaban emocionados los oficiales.
Sin embargo, el deber los llamaba y aunque quisieran quedarse con él jugando por horas, era imposible, alguien, en otra parte de la ciudad, empezaba a buscar a su amigo desesperadamente.
Vamos a ayudarte, pero debes responder las siguientes preguntas… Guau Guau.
La pelota que había terminado llena de saliva del juguetón perrito, debía volver al lugar en el que estaba. El Departamento de Policía de Odessa puso manos a la obra, pues debían encontrar a la familia de Chico y entregarlo sano y salvo. La tarea se empezaba a poner difícil, pues el extraviado perrito no llevaba en el cuello su placa de identificación, quizás la había perdido en su aventura.
Ante las complicadas condiciones, decidieron hacer una llamada a control de animales, ellos sabían más del tema y podrían revisar si el perrito tenía un microchip y de esa forma localizar a su familia. Pero en pocos minutos la situación estaría por dar un giro inesperado.
“Sargento, ¿dónde está el perro? Comisario, ¿Usted vio al perro por acá?” – preguntaba de un lado para otro por toda la estación un uniformado. Luego de buscarlo un par de minutos descubrió que el perrito se había ido, sin que nadie se diera cuenta. Salió con la misma tranquilidad con la que había entrado.
Nunca sabremos a ciencia cierta, las razones por las cuáles de un momento a otro, Chico había querido abandonar el lugar. Pero lo que tenemos claro es que salió de aquella comisaria directo a su casa, quizás extrañar a su dueño, tener hambre o sed, eran las ideas que habían rondado la cabecita del perro y lo habían hecho tomar aquella decisión.
Un hijo aventurero que cuidar y amar.
Edward Alvarado, el joven dueño de Chico, vecino de Odessa, Texas, diariamente vela por darle a su compañero de vida todo el amor y los cuidados que el perrito necesita, pues solo se tienen el uno al otro. Sin embargo, a veces, los cuidados se hacen insuficientes y más aún, cuando un joven cachorro como lo es Chico quiere escaparse.
La mañana en que todo sucedió, Edward estaba durmiendo plácidamente y cuando despertó sintió que había dormido una eternidad y es que ser padre soltero de un perrito, es un trabajo un poco desgastante pero muy bien recompensado.
Sin haberse despertado completamente, miró su celular y lo que vio le cayó como un balde de agua fría. Apenas si habían pasado unos minutos de haberse despertado y este confundido dueño recibía una noticia a través de un mensaje de texto que le había enviado su sobrino. El escrito tenía adjunta una publicación de la estación de policía que anunciaba la supuesta perdida de Chico, su hijo perruno.
Calma papi, yo sólito he sabido llegar a casa.
Afortunadamente Edward no tuvo que pasar por las angustiosas horas, a veces días, de búsqueda que hemos tenido que vivir quienes en alguna ocasión hemos perdido alguno de nuestros adorados pero traviesos peluditos, pues chico supo como regresar él solito, de alguna forma volvió a encontrar su camino a casa.
Mientras tanto, en la comisaria de policía a los uniformados les preocupa el paradero de Chico, pero aparte de estar pendientes de los comentarios en la publicación o del teléfono, no podían hacer nada más. Por fortuna, al día siguiente una llamada de Edward, el dueño de Chico, a la estación, confirmaba que el aventurero perrito ya estaba en la casa y que había llegado de la misma forma en la que se había ido: silenciosa y juguetonamente.
KGET News
Ese día Chico llegó con muchas cosas que contarle a su dueño: había corrido tanto que le dolían un poco sus paticas, había tenido un rato de fama en Facebook y lo más importante, había alegrado la mañana de unos oficiales que le hicieron saber que las puertas le quedaban abiertas para cuando quisiera volver, aunque él nos demostró a todos que un perrito siempre regresa al lugar en donde ha sido completamente amado.
A continuación te dejamos el gracioso y conmovedor vídeo del paso de Chico por la comisaria de policía.
Fuentes: Support Our Permian Basin Police Officers, NewsWest 9