“La carretera es dura, salvo a todo el que puedo y al que no, lo acompaño hasta el final”.
Edgardo Zuñiga ya no voltea a mirar cuando dicen su nombre completo. Desde hace siete años prefiere ser recordado como Edgardo Salva Perros, un apodo que se ha ganado a pulso por su labor ardua recorriendo su natal México de punta a punta con una carretilla que hace las veces de su hogar y el de, al menos, 500 perritos a los que ha rescatado y dado en adopción en este gigantesco proceso.
Lo esencial en una maleta, el corazón en las vías que recorre.
Yo no pido nada, solo que vean lo que estos fieles animales pueden hacer por los seres humanos. –Dice Edgardo Zuñiga en el corto documental sobre su labor realizado por The Yogi Photographer.
El 17 de julio de 2013, el hombre originario del pequeño Bucerias en el Estado de Nayarit, partió desde su tierra para hacer un viaje que actualmente continua. Con muy pocas de sus pertenencias armó un triciclo, como él mismo lo llama, en el que ha ido acumulando todas las provisiones necesarias para atender con poco lujo y mucho amor, a todos los perritos a los que cuida hasta encontrarles un hogar.
Edgardo empezó esta misión con la firme convicción de ayudar a todos esos perritos que sobreviven en las amplias carreteras del país azteca. Hasta el momento ha recorrido La Paz, Los Cabos, Tijuana, todo el extremo norte en la frontera con Estados Unidos hasta Reynosa, bajando por la parte occidental hasta Cancun, siguendo con la frontera del sur que limita con Belice y Guatemala y empezando a subir al mismo punto donde inició.
Una misión con mucho desprendimiento.
Para él, sus perritos son un impulso, sin embargo, con 49 años, piensa que esta es la época perfecta para hacerlo, dice haberse desprendido de todo lo que le impedía emprender este desafío y plantea la necesidad de, conforme maduramos, encontrar la manera de ayudar y hacer algo significativo, él sin duda lo hace cuando empuja su carretilla por las carreteras con felicidad mientras cuatro o cinco perritos van a su lado, sin contar los que van acostaditos sobre el improvisado vehículo. Con las inclemencias extremas del clima, llueva o haga un sol que quema, Edgardo se acomoda a la situación y sigue, como si nunca se cansara, dejando a un lado sus comodidades para vivir para sus animalitos.
Blanco, Negro y Chilletas son sus compañeros inseparables desde que esto empezó, son sus perritos y también los que se encargan de entrenar a cada miembro que se une a la manada, según Edgardo, ayudan a aplacar los ánimos y el carácter de cada uno de los integrantes hasta que llega el momento de entregarlos en adopción.
Ha tenido casos muy difíciles como es de esperarse y ha aprendido a manejar las cosas básicas de medicina para darles un tratamiento digno hasta poder encontrar una clínica veterinaria donde los atiendan. Sin embargo, la vía tiene historias profundamente tristes, junto a sus compañeros caninos han tenido que ver casos en los que es imposible ayudar a los animalitos. A pesar de esto, Edgardo se queda hasta el final con los perritos que no tienen posibilidad de salir adelante, él les da consuelo hasta que logran partir tranquilos y dejar a un lado su dolor. Es un hombre que conoce el significado de acompañar hasta el final.
Siempre hay alguien dispuesto a ayudar.
En el proceso de rescate, cuidado y adopción de cada uno de los más de 400 perros a los que Edgardo ha cuidado y protegido, también está en juego la parte económica, la cual depende, en muchos sentidos, de las donaciones de las personas que conocen su historia y apoyan su labor. Además, Edgardo afirma que se ha hecho tan reconocido en el país que, incluso las clínicas veterinarias donan sus servicios para ayudar a los perritos malheridos a los que él nunca ve como una causa perdida.
Hasta el momento, si a Edgardo le preguntan cuál es su plan después de recorrer todos los perímetros mexicanos no puede dar una respuesta certera, lo que sí sabe es que va a seguir en la labor de ayudar a los peluditos de cuatro patas, tal vez ubicándose en una zona problemática para los animalitos como Ciudad de México y sus alrededores. Su labor, apoyada y aclamada no parará aquí, eso lo tiene muy claro, habrá otras formas en las que pueda continuar siendo héroe y el amor de estos perritos que mueven su colita cada vez que lo miran.
Aunque Edgardo y sus animalitos han recorrido todo este camino con mucha ayuda, esta siempre es necesaria. Si su historia y su labor te parecen loables y de gran utilidad para la sociedad, recuerda que puedes ayudarlo desde cualquier rincón del mundo por medio de la única cuenta de PayPal que tiene habilitada y que puedes consultar en el siguiente enlace.
Este es el video que resume la historia de Edgardo SalvaPerros, tenemos que advertirte que puede sacarte algunas lágrimas.
Fuentes: Edgardo SalvaPerros, EFE