Llegó él solito a urgencias mostrando su patita, los médicos lo atendieron de inmediato.
En Sonora, un estado mexicano, el hospital general de la zona de Nogales fue tumbado hace poco con el plan de levantarlo desde cero de nuevo para construir unas instalaciones modernas que pudieran abastecer el cuidado de los habitantes del sector.
El proceso, que ya fue completado, tomó algo de tiempo en estar listo en su totalidad, sin embargo, uno de sus elementos más valiosos permaneció allí: se trata de Canelo, un hermoso perrito callejero al que han apodado el Hachiko de Nogales.
Está comprometido con servir a los demás.
De su pasado no se sabe mucho. Aunque es un perrito que reside en la calle, algunos rumores apuntan a afirmar que se hizo vecino del hospital a raíz de esperar a que su humano fuera dado de alta, sin que esto jamás sucediera, por lo que él se quedó esperándolo; de allí su apodo, haciendo alusión al famoso perrito de la película con el mismo nombre, donde se narra cómo un peludito japonés, esperó durante diez años en una estación de tren a su papá, quien nunca volvió debido a que sufrió un infartó mientras se encontraba en la ciudad.
Desde que el hospital tenía su antigua sede, el perrito le hace compañía a los guardias de seguridad y, a partir de ese momento, se volvió indispensable para ellos y para todo el equipo médico del lugar.
Su misión es una decisión autónoma, nadie sabe el porqué pero desde el primer momento en el que encontró un hogar en el hospital, tal vez como forma de agradecimiento, ayuda siendo el auxiliar de ambulancias más competente de todos: Canelo informa, con ladridos y saltos, cuando llegan las ambulancias con nuevos pacientes por atender.
Es tanta su insistencia que las enfermeras y médicos del lugar ya saben que tienen que prepararse cuando él entra con toda la libertad del mundo por los pasillos del centro médico y empieza a alertarlos de una nueva situación.
Un desafortunado impase en su labor de porterito del hospital.
Un día, en medio de su trabajo como dedicado portero del hospital que escogió como hogar, una ambulancia que entró con demasiada prisa, debido a la emergencia que estaba atendiendo, no vio que el perrito estaba cerca y con una de las llantas alcanzó a machucarle una patita.
El perrito inmediatamente pegó un doloroso y fuerte ladrido de alerta por lo que la ambulancia se detuvo de inmediato y esto evitó que el accidente fuera de gravedad. La patita del perrito estaba apenas levemente maltratada.
Sin embargo, el peludito, tal vez por haber sido testigo durante años de como las personas ingresaban al lugar necesitando ayuda y salían, en la mayoría de ocasiones, curadas, corrió a emergencias pidiendo que le sanaran su patita.
Los médicos, quienes lo conocían muy bien, y no solo eso, sino que lo querían mucho, lo atendieron de inmediato, verificaron que no tuviera ninguna fractura y lo vendaron para evitar la inflamación, aliviando con esto el ligero dolor que el perrito sentía.
Buscando un posible hogar.
A pesar de ser conocido por toda la población de Nogales, la existencia de Canelo se hizo viral en otros países por cuenta de una publicación de Facebook en la que, un usuario del hospital, narra todo lo que se sabe de él y pide ayuda para difundir su historia por si una posible familia lo estuviera buscando.
A pesar de los esfuerzos, quienes lo conocen saben que el hogar de este peludito es ese centro médico al que tanto ayuda. Canelo ya cuenta con una colchoneta especial para él y a diario tiene comida de sobra para estar totalmente a gusto, pero, todavía sigue esperando su título de enfermero profesional por su increíble labor que admiramos demasiado, sin embargo, si tienes algún dato que pueda servir para identificar si alguien lo está buscando, comenta en el siguiente enlace.
Fuentes: Osvaldo Osorio Jr, Debate México.