Una pareja con dos perritos más se conmovieron mucho con el caso y lo fueron a buscar al hospital para hacerlo parte de su familia.
La triste historia de un perrito que llevaba tres días a las afueras del hospital EsSalud Suárez en la avenida Angamos esperando a su dueño, sin saber que este ya había fallecido, rápidamente se viralizó en las redes sociales de Perú. Todos dieron por hecho que el can moriría de pena moral, sin embargo, una amorosa familia llegó en el momento justo para salvar su vida.
Su fidelidad fue reconocida de una manera especial.
Cuando Magaly Periche y su esposo Carlos Zelada vieron las fotos del peludito de color blanco acostado en el suelo con carita triste y sin que nadie quisiera llevarlo consigo, decidieron ser ellos a quienes se aferrara el perrito en ese momento tan difícil de su vida. Anteriormente la familia habían pensado en adoptar, pero los requisitos eran tantos que terminaron por aplazar su su deseo, por lo que aquella ocasión era una excelente oportunidad.
De inmediato, Magaly y Carlos quien estaba convaleciente de una extracción de muela, se olvidaron del dolor y se acercaron a las instalaciones del hospital para adoptar al perrito y hacerlo un miembro más de su familia, en la que tendría dos hermanitas de cuatro patitas llamadas Isis y Arena (anteriormente rescata) con quienes de seguro empezaría a ser feliz.
Cuando leí que su dueño había fallecido, que el perrito llevaba 3 días esperándolo y que nadie había ido a verlo, pensé ‘pobrecito, nadie se lo va a llevar’. Justo semanas antes Carlos y yo estábamos buscando adoptar un perro, pero nos desanimaba la cantidad de requisitos y papeleos que nos exigían. Pensamos que con este perro ya no habría obstáculos, así que fuimos a buscarlo – Dijo Magaly Periche, a la organización animalista WUF.
Su corazoncito volvió a irradiar amor y vida con las personas indicadas.
Al llegar en su busca, los nuevos padres se encontraron con la situación de que el perrito ya no estaba ahí en el hospital, pues por las normas de las entidades de salud, este no es un lugar apto para los peluditos con excepción de los de servicio. Como la mayoría de las personas conocían al can, le dijeron a la pareja que él se estaba resguardando a las afueras de un restaurante, donde una de las trabajadoras del lugar les aseguró que ya el solitario cachorrito se estaba dando por vencido.
Muchas personas estaban a su alrededor motivándolo a ponerse de pie y a comer, sin embargo, el peludito parecía no tener interés en nada o en nadie hasta que llegó el que sería su nuevo padre, Carlos. Con tan solo una caricia y una palabra, el perrito comprendió que era su momento de partir con su nueva familia y con dulce meneo de cola dio por entendido que estaba listo.
Le toqué su cuellito, le dije ‘¡Hey!’ y así se levantó. La gente decía ‘¡Esto es un milagro!’. Luego me senté en el piso para estar a su altura, él empezó a mover la cola y le dije a Magaly ‘ya está, lo llevamos’, y eso hicimos – Contó Carlos Zelada, al medio El Comercio.
Ramsés como fue llamado el perrito, fue llevado a un veterinario antes de conocer su nueva casa y luego tuvo la oportunidad de conocer a cabalidad a sus dos hermanitas Isis y Arena. Fue un peludito totalmente obediente y educado, por lo que los temores de sus papás adoptivos de que él fuera un macho pasaron a segundo plano y además su ternura terminó por enamorarlos.
Ahora el perrito de más o menos cuatro años de edad vive feliz al lado de su familia, esa que decidió premiar su amor y fidelidad hacia su primer dueño. Sus nuevos papás no pretenden ocupar el puesto del que ahora cuida desde otro lugar de él, sin embargo, están trabajando duro para lograr hacer su vida muy feliz.
Aplaudimos la unión de la comunidad peruana para dar a conocer la historia de Ramsés y que de esta manera pudiera conseguir un hogar. Felicitamos a su nuevos papás y les deseamos mucha suerte con estos tres hijitos que de seguro los harán vivir cientos de aventuras. ¡Gracias!
Fuente: Magaly Periche