Es una pena que especies tan maravillosas estén viendo su fin.
El loro Kakapo, es una peculiar ave endémica de Nueva Zelanda que está a punto de extinguirse. La destrucción de su hábitat, la introducción de especies extranjeras, los desafíos ligados a la fertilidad y una enfermedad respiratoria, acechan a este fabuloso animal nocturno.
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Alguna vez fue el ave con mayor presencia en Nueva Zelanda.
Debido a las constantes amenazas que ponen en riesgo la supervivencia de esta especie, esta pequeña ave conocida como la más pesada del mundo, se vio obligada a evolucionar y su particular forma de desplazarse, como producto de ello, resulta poco común. Al ir ganando peso generación tras generación, sus alitas fueron perdieron la habilidad de volar, pero esas mismas fueron ganado la responsabilidad de mantener el equilibrio en tierra de esos cuerpos rellenitos, en el que las hembras llevan alrededor de 1,4 kilogramos sobre sus pequeñas patitas, mientras que los machos 2,2 kilogramos.
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Les encanta trepar de vez en cuando por los árboles y sus colores e incluso sus características físicas son compartidas con sus parientes lejanos, los loros, sin embargo, en su carita podemos ver la extraña pero hermosa mezcla entre un loro y una lechuza, particularidad que es dada por su ancho pico. Los kakapos son herbívoros y entre su dieta de plantas, también están incluidas las frutas y uno que otro tuberculo, que es arrancado con ayuda de su pico y sus patitas del suelo. Durante el día duermen plácidamente en el suelo o en las ramas de los árboles, mientras que en las noches buscan su alimento, un hábito que han desarrollado para evitar ser vistos durante el día por los depredadores.
1,2,3 congelado.
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Estos inteligentes animalitos han evolucionado rápidamente, tanto así que cuando se encuentran acechados, se quedan como si estuvieran congelados, cierran sus ojitos y confían en que sus plumas serán el mejor camuflaje entre las hojas y ramas de un frondoso árbol. Este sentido de supervivencias los ha ayudado a defenderse de dos de sus cuatro peligros inminentes, los cuales cazan con ayuda de la vista: los humanos y los depredadores, sin embargo, hay otros mamíferos que cazan con el olfato y de los cuales no se han podido librar fácilmente, como los gatos, las ratas y los armiños, pues los kakapos producen un olor fuerte y agradable, un aroma que está asociado a las flores y a la miel, el cual van dejando por donde pasan, causando así que sean encontrados.
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Debido a las constantes amenazas a los kakapos, el Departamento de Conservación de Nueva Zelanda, ha destinado a las islas Ancla, Whenua Hou y Te Hauturu-o-Toien para cuidar y vigilar esta especie que hoy se encuentra con una totalidad de 211 aves.
A pesar de los esfuerzos de veterinarios y cuidadores por brindarles a estas aves un mejor futuro, la naturaleza las pone a prueba con un nuevo desafío pues un hongo que se encuentra en la tierra llamado aspergilosis y con el cual ellas están en constante cuidado, causa una grave enfermedad respiratoria en estos animalitos de dos patitas y que tristemente acaba con sus vidas, por lo que según el Dr. James Chatterton, el futuro de las aves está en gran riesgo.
Todos podrían morir. Obviamente estamos haciendo un gran esfuerzo para que eso no sea así, pero ciertamente con aproximadamente 200 aves vivas actualmente, cada ave es valiosa para la población, especialmente si tenemos en cuenta que entre 10 o 20 aves están enfermas o muriendo de esta enfermedad – Aseguró el Dr. James Chatterton, jefe de servicios veterinarios del zoológico de Auckland.
Desde que la enfermedad fue descubierta en los kakapos, 36 aves han padecido de la enfermedad y han sido llevadas a hospitales veterinarios para diagnóstico y tratamiento.
Pareciera como si estas lindas aves estuvieran destinadas a no ser.
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Todas las organizaciones de Nueva Zelanda, la medicina y el amor por los animales se han unido en esta noble causa que lucha por la supervivencia de los kakapos, sin embargo, algo se les sale de las manos y está relacionado con su fertilidad. Estos animales son solitarios por naturaleza, así que los machos y las hembras se encuentran solo en época de reproducción, la cual sucede cada dos o cuatro años, cuando los árboles de Rimu producen una cantidad supremamente abastecedora de frutas.
Sus alas se mueven rápidamente, sus cuellos se estiran y sus cantos se hacen más agudos, los elegantes sementales hacen todo tipo de exhibiciones para que el encuentro sea muy fructífero, pero luego de poner su semillita de amor se van con rumbo desconocido y las madres kakapo, deben criar solas a sus polluelos, algo que en el mundo animalista se conoce como cría de lek. Cabe resaltar que ninguna otra especie de loro en el mundo lleva a cabo esta práctica de crianza.
La gestación va avanzando y las hembras ponen entre uno y cuatro huevos, un poco más pequeños que los de una gallina, los cuales luego de 30 días lentamente van rompiendo su cascarón para dar las primeras muestras de vida, sin embargo, no todos lo hacen, pues casi siempre solo la mitad de los embriones son fértiles, quizás por la endogamia, unión entre animales de una misma familia o comunidad.
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Construir un nido y salvaguardar de la seguridad de sus polluelos es la tarea principal de estas madres solteras, que se ven obligadas a dejar por la noche sus crías para ir en busca de comida, lo que pone en riesgo la supervivencia en algunas ocasiones de los pequeños bebés y lo cual no ayuda en la repoblación de esta bella especie.
Una solución 3D de la ciencia.
Debido a la baja probabilidad de que los huevos sean fértiles y ante la preocupación por la extinción de la especie, el Programa de Recuperación del Kakapo ha creado un proyecto tecnológico para aumentar la posibilidad de que nazcan mas hermosas aves no voladoras de plumaje verde. Se trata de unos transmisores que emiten una alerta, que informa que los kakapos se están apareando, también muestra con quién y con qué frecuencia, es un proceso que interrumpe la intimidad pero que es necesario.🤫 De igual manera unos sensores avisan las entradas y salidas de las madres kakapo al nido y es justo en ese momento, en que son retirados los huevos de las pajareras para ser llevados e incubados en una sala especial en cada isla, para que eclosionen de manera segura en cautiverio.
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Todo pasa en una bajada y subida de árbol, cuando las madres llegan encuentran todo como lo habían dejado, a excepción de sus huevos pues en su lugar han sido puestos unas bolitas 3D, que inteligentemente han sido creadas con ruido para que a la hora de llegada de sus verdaderos embriones, nada les resulte fuera de lo común, de igual manera algunos polluelos son criados lejos de sus mamitas, para inducir a las hembras a anidar de nuevo. Adicionalmente a esta iniciativa también se han creado inseminaciones de tipo artificial con esperma de machos, el cual es transportado por un drone al cual han llamado ¨mensajero de cloaca¨, que recorre las diferentes islas en busca de las hembras para una efectiva reproducción. De este modo las organizaciones de Nueva Zelanda, pretenden lograr un aumento de esta especie.
Cuando de luchar por las especies se trata todo se vale y este país es muestra del constante trabajo por recuperar su ave endémica, esperamos tener prontas noticias esperanzadoras del kakapo un loro grande en tamaño y en corazón.
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Fuentes: Department of Conservation of Nueva Zelanda, National Geographic.