Seguramente el perrito sabía que la vida en la calle es dura pero la vida en cadenas es peor.
En Novorossiysk, Rusia, unos buenos civiles notaron que había un Pit bull atado a las afueras de una tienda a los que ellos calculaban entrar a comprar, después de hacer algunas averiguaciones pertinentes, llegaron a la conclusión de que el perrito tenía un hogar, no estaba siendo abandonado, solamente sus papás estaban de compras y le habían pedido a su cachorro que se quedara afuera esperándolos pacientemente.
Sin embargo, esto no fue tan claro ni evidente para un perrito callejero que deambula en la zona, pues este creyó que el Pit bull lo estaba pasando muy mal, él lo veía incomodo y necesitado de libertad, por lo que decidió hacer algo al respecto.
El peludito sin hogar comenzó a morder y halar insistentemente la cuerda que ataba al Pit bull a una cerca que hacía parte de la calle, después de varios segundos y mucha fuerza ejercida, logró liberar al otro perrito.
Muchos relacionan este hecho a un gesto de solidad, otros a que el perrito callejero necesitaba de un amigo y quiso raptarlo, otros creen que el callejerito creía que habían abandonado al Pit bull y sólo quería ayudar, otros piensan simplemente que el animalito quería jugar, de igual forma, sea cual sea el motivo, el perrito sin hogar realmente era muy inteligente.
He visto a este perro callejero en la ciudad muchas veces, él siempre usa el paso de peatones para cruzar la calle. Es un perro muy inteligente. – Dijo Dmitriy Timchenko el autor del vídeo a The Dodo.
Después de liberar a su amigo, el cual claramente no quería irse del lugar en el que lo habían atado, el callejerito lo comenzó a halar para que juntos emprendieran una nueva vida, el Pit bull un poco molesto, cedió.
Mira el divertido momento en el siguiente vídeo:
Sin embargo, los civiles que capturaron el momento en el vídeo, impidieron que el callejerito se llevara al Pit bull, pues después de ver que las intenciones del animalito eran realmente serias y cada vez los dos perritos se alejaban más del lugar, decidieron entrar a la tienda y buscar a los papás del Pit bull para que rescataran a su hijo peludo.
Después de que el callejerito notó que su nuevo amigo tenía papás se mostró un poco confundido pero también aliviado, así que sin mucha oposición dejó que su compañerito se marchara con su familia.
Las personas que estuvieron presentes en el momento aseguran que el callejerito no estaba triste y que después de que se fue el otro perrito, él se quedó tranquilo. Por ahora, ellos y el resto de personas esperamos que el solidario animalito encuentre un corazón tan noble como el de él que esté dispuesto a adoptarlo.
Fuente: TheDodo.