Eran apenas unos bebés cuando este señor los encontró, pero ese día les prometió cuidarlos para toda la vida.
En Kilkenny, Irlanda, Patsy Gibbons, un adorable ancianito amante de los animales y de la naturaleza, quiso ayudar a dos zorritos que estaban en condiciones muy lamentables.
Él se encontraba dando un paseo por una montaña cuando de repente notó que habían dos zorritos que aparentemente eran hermanos y que se encontraban completamente solos en el mundo, eran muy pequeños y se notaba que tenían miedo, pues sus cuerpitos delgados y fríos, se acurrucaban el uno al lado del otro buscando calor y protección.
Cuando el hombre los observó más detalladamente, notó que era evidente que no habían comido hace días y que estaban muy débiles por la falta de alimento y calor, por lo que, sin dudarlo ni un momento, cargó a estos dos animalitos en sus brazos y se los llevó a casa.
El plan de Patsy era cuidarlos hasta que se recuperarán y lograran conseguir su peso ideal, además planeaba enseñarles algunos trucos para que aprendieran a sobrevivir en el mundo salvaje.
El hombre hizo tan excelente trabajo, que en pocos días los zorritos se comportaban como animales sanos y felices, estaban gorditos, su pelo había mejorado y ahora tenían una actitud enérgica y alegre.
Debido a que los animalitos ya estaban en condiciones optimas, Patsy decidió que había llegado la hora de liberarlos en su hábitat natural, por lo que en compañía de los zorrillos, se dirigió al bosque donde él los había encontrado.
Una vez allí, les dio un abrazo y un beso de despedida, luego, soltó las correas que estaban atadas a sus cuerpos y con una mirada tierna y un tanto nostálgica, les dijo adiós.
Sin embargo, los peluditos demostraron no querer irse, a medida que él daba un paso, ellos lo seguían, no corrían sus miradas a ningún otro lado que no fuera él, además, lloraban cuando sentían que él se quería alejar de ellos.
Patsy sin más remedio y con el corazón lleno de amor, decidió que lo mejor era que volvieran todos juntos a casa y comenzaran una vida donde no volvieran a haber intenciones de separarse.
El hombre llamo a sus dos hijos peludos Grainne y Minnie y afirma que ellos son lo mejor que le ha pasado en su vida.
Patsy, por su edad, es un hombre muy solitario, por lo que cree que estos dos zorritos llegaron a su vida para alegrarla y darle el amor y la compañía más noble y transparente que podría pedir.
El encantador viejito Patsy cuenta que además de los dos zorritos, tiene en su hogar 28 gallinas, 12 patos, 2 perros y dos gatos quienes viven juntos en armonía y a los que considera sus hijos y lo más apreciado de su vida.
Fuente: BoredPanda.