El gatito estaba enfermito y necesitaba un hogar con urgencia, afortunadamente su mejor amigo tenía una familia de buen corazón.
La familia conformada por Deja, su perrito Tanner y Mamie Maxwell, una voluntaria de una organización animalista sin ánimo de lucro, estaba felizmente equilibrada. Sin embargo, un ser especial llegó a sus vidas para cambiarlo por completo con un poco de amor, inocencia y felicidad adicional.
Necesitaba una ayuda especial que solo un perrito tierno pudo darle.
Tras ser recatado de la calle, un gatito de color negro y manchas blancas llamado Shortie, llegó a las instalaciones del refugio Best Friends Animal Society, ubicado en Mission Hills, en Los Ángeles. Era extremadamente temeroso, por lo que fue ubicado en una zona donde no tenía relación con los humanos, pero sí tenía cientos de aventuras ahuyentando algunos roedores.
El tiempo pasó y Shortie, siguió desempeñando su labor alegremente, sin embargo, un día realizó una acción que dejó sin palabras a sus cuidadores: estaba interesado en frotarse entre sus piernas, buscando que lo acariciaran tiernamente, algo que para ellos fue la prueba perfecta de que estaba preparado para ser el nuevo hijo gatuno de una familia.
Mientras esperaba en la sala de adopciones, Shortie con su dulce personalidad, se fue ganando el corazón de Michelle LaPalme, especialista en cuidados del refugio y de los demás cuidadores, quienes lo describen como un alma gentil que ama y le gusta ser amado.
Shortie era un alma gentil a la que le encantaba ser amada y dar amor a cambio. Siempre fue tan dulce y entrañable. Siempre estaba feliz de verte y comenzaba a ronronear cada vez que te acercabas a él. – Aseguró Michelle LaPalme, en el sitio web del refugio.
Pese a que Shortie tiene cientos de cualidades para ser el gatito perfecto de alguien, su adopción estaba tardando un poco y en medio de la espera, el minino pasó por una complicación médica.
El amor y los cuidados son la cura perfecta.
Un día Shortie fue encontrado por Michelle en su camita, totalmente débil y con pocas esperanzas de vida, por lo que de inmediato llamó a un veterinario para saber qué estaba ocurriendo. La única solución un poco apresurada en ese instante, fue hacerle una transfusión de sangre de otro gatito y aunque no sabían si iba a funcionar, decidieron intentarlo pensando en su bienestar.
El personal veterinario tuvo que esperar unas cuantas horas para saber si efectivamente el gatito se pondría bien y cuando fueron a revisarlo, lo encontraron muy activo viendo todo lo que sucedía a su alrededor, algo que los puso realmente felices.
Claramente la estancia en el refugio enfermó a Shortie, por lo que de inmediato los trabajadores le buscaron un hogar temporal, mientras alguien se decidía a adoptarlo.
Mamie Maxwell, una voluntaria que recibe peluditos en su hogar, vio la lista de animalitos que necesitaban una familia temporal y escogió al gatito Shortie para darle un poco de amor y felicidad.
Inicialmente el asustadizo gatito, estuvo escondido durante tres días saliendo únicamente para alimentarse, por suerte su mamá temporal tuvo mucha paciencia y poco a poco empezó a ganarse su confianza.
Me sentaba en el suelo frente al armario y extendía la mano. Él venía a buscar caricias y yo me alejaba un par de centímetros. Esto se prolongó durante una semana antes de que saliera solo a la sala de estar para comprobar las cosas – Contó Mamie Maxwell al sitio web.
Solo necesitó una oportunidad para sentirse a gusto.
Un día el temeroso gatito se sintió seguro y salió de su escondite para unirse a una tarde familiar. En esa ocasión Mamie, su mamá temporal y Tanner, su perrito, estaban viendo televisión cuando de repente Shortie saltó a la silla y aprovechó para acurrucarse junto al perrito.
Tanner estaba un poco asustado, pues el gatito no había dado muestras de sociabilidad con él, pero su mamá le explicó la situación y ambos cayeron en un profundo sueño de hermanitos. Shortie, en realidad se siente muy a gusto con el perrito, tanto así que empezó a buscarlo cada vez que quería acurrucarse con alguien y ya con el pasar de los días, se aseguraba de mostrarle su cariño tocándolo con una de sus patitas o acicalándolo constantemente.
Entonces Shortie tuvo que tocarlo, durmiendo con una pata extendida hacia Tanner. Finalmente, Shortie comenzó a lamer y acicalar a Tanner – Contó Mamie Maxwell.
Por su parte Tanner, siempre estuvo muy dispuesto a dejarse consentir, pero las demostraciones de amor fueron aumentando cada día e incluso ya no solo eran con el perrito, sino también con los humanos que lo habían acogido en su hogar.
Finalmente llegó el momento de que empezaran a buscar una familia para Shortie, pero cuando iban a iniciar el proceso de dar en adopción al gatito, el esposo de la mujer no aceptó, diciendo que el gatito ya tenía una familia y era donde había estado viviendo todo ese tiempo. Quizás sin buscarlo, el minino logró enamorar a quienes lo rodean y esos corazones apuntaron a devolverle el amor y la felicidad extra que él llevó a casa.
Ahora Shortie está legalmente adoptado y disfruta tener una amorosa familia y un hermano perrito a quien ama y consciente diariamente.
Fuente: Best Friends Animal Society.