El primer paso para acabar para siempre con el comercio de carne de perros y gatos en China se ha dado.
Shenzhen es una de las ciudades más importantes de China, es un punto estratégico para el comercio y para la demografía del país ya que, es el puente entre Hong Kong y todo el territorio chino continental. Sus grandes y brillantes estanterías han estado apagadas desde que la crisis del Coronavirus empezó a unos kilómetros de allí, en Wuhan. Sin embargo, el gobierno de esta moderna región decidió tomar medidas que hoy, alegran a todo el mundo.
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Costumbres milenarias que empiezan a cambiar.
El territorio asiático es un mundo totalmente diferente a la región occidental que nosotros conocemos. Han pasado por desastres naturales, hambrunas, guerras y un territorio con una agricultura difícil por lo que se han tenido que adaptar a todas estas condiciones. En ese proceso, su alimentación se ha visto enteramente afectada y es completamente distinta a la del resto del planeta y, aunque alabamos muchas de sus recetas saludables, hay una costumbre que todos hemos cuestionado, en especial, las organizaciones animalistas: la venta de animales salvajes, perros y gatos como alimento.
Aunque hay un gran porcentaje de ciudadanos chinos que afirma no consumir ninguno de estos animales, los mercados que abundan en cada ciudad del enorme país y la legalidad con la que funcionan, plantean lo contrario. Cada distrito posee uno y desde unas décadas atrás las organizaciones sociales que defienden a los animalitos han intentado clausurarlos sin ningún éxito.
Zona cero.
Cuando el virus que tiene en vilo al mundo empezó a conocerse en las calles chinas, de inmediato se prendieron alarmas. Muchos fueron los medios que afirmaron que la pandemia había tenido su primer contacto con humanos debido al consumo de animales salvajes y silvestres que portaban el virus, todos ellos comercializados en estos pequeños mercadillos.
Conforme las medidas se hicieron más extremas, China prohibió el comercio y consumo de animales salvajes, sin embargo, aún faltaba un paso importante para quienes defendemos la vida de los animales: los gaticos y perritos que son sacrificados anualmente en cifras de entre 4 y 10 millones, respectivamente.
Aunque científicamente todavía no está confirmado de qué animal proviene el virus que mutó en humanos, son muchos los que afirman que estos siempre son los focos de pandemias tan mortíferas como el SARS que se originó en el mismo país en 2004. Por la misma razón, las autoridades de Shenzhen se han pronunciado en los últimos días para extremar más la medida tomada por todo el país. Ningún animal salvaje o doméstico, incluyendo perros y gatos, podrá ser comercializado en la ciudad. La medida comenzará a regir desde el primero de mayo.
Un enorme paso que derrumba mitos.
Este realmente podría ser un momento decisivo en los esfuerzos para terminar con este brutal comercio- Dijo el Dr. Peter Li, especialista en políticas de China para Human Society International a BBC.
Aunque los esfuerzos provienen de la crisis y el surgimientos de las pandemias en estos lugares, es un paso enorme para contribuir al camino de la no violencia contra los animales, todos ellos. Sin embargo, aún quedan muchos trayectos por recorrer con la legislación china, una de las más flexibles en cuanto a las políticas a favor de los animalitos en el mundo. De hecho, mientras esta medida se daba en esta metrópolis, el país hacía legal la comercialización de bilis de osos vivos como posible cura para el virus, un procedimiento sin bases científicas e increíblemente doloroso para los animales que no tienen cómo expresarlo.
Por ahora, tenemos esperanza en que el mundo va a seguir brindando las condiciones para implementar medidas rigurosas que protejan a los que no tienen voz.
Fuentes: South China Morning Post, BBC
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