Un estudio de la Universidad de Sao Paulo y la Universidad de Leeds lo confirmó.
Una investigación publicada por Biophysical Journal y realizada por la Universidad estatal de Sao Paulo, así como la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, concluyó que el veneno de la avispa brasileña, llamada Polyana paulista o popularmente paulistinha, es útil para destruir células cancerígenas sin afectar a las células sanas.
Esta avispa se encuentra principalmente al sureste de Brasil y es nombrada hoy por ser capaz de generar una toxina, más específicamente un péptido llamado MP1, que frena la reproducción de células cancerígenas ubicadas en la próstata, vejiga y en la sangre, en el caso de la leucemia.
Para poder llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron tres membranas celulares diferentes, donde algunas eran sanas y otras contenían células malignas, después, cogieron el veneno de avispa sintetizado en el laboratorio y observaron como el péptido tenía preferencia por unirse a las membranas cancerígenas y no a las células sanas.
Sin embargo, los creadores del estudio, consideran que el descubrimiento podría estar relacionado también con las propiedades de las membranas de las células malignas, pues en las membranas celulares sanas, los fosfolípidos se ubican en la parte interna de la membrana, orientadas hacia el interior de la célula, por el contrario, las células cancerosas habitan en la parte exterior de la membrana, las cuales miran hacia el entorno de la célula.
Las terapias contra el cáncer que atacan por la composición de los lípidos de la membrana celular podrían suponer una nueva y completa clase de fármacos anticáncer. Podría ser de gran utilidad en el desarrollo de nuevas terapias combinadas, donde se usan diversos fármacos simultáneamente para tratar el cáncer, atacando diferentes partes de la célula cancerosa a la vez. – Expresa Paul Beales, participante de la investigación.
Fuente: BiophysicalJournal.