Este perrito es el seguidor más entusiasta de su mamá cantante.
Cuando Malinda Herman, una residente de Bangkok, en Tailandia, abrió su canal de YouTube en 2016 no lo hizo con la intención de volverse famosa, sino por alegrar un poco sus días por medio del canto, al mismo tiempo que esta actividad le ayudó a resolver una limitación física que venía padeciendo de años atrás.
Las huellas del pasado moldearon la gran mujer que es hoy.
Para esta abuelita de 70 años, no es fácil recordar un accidente automovilístico del que salió afectada hace dos décadas, en el que luego de que su coche se volcara, toda la parte izquierda de su rostro quedara sin sensibilidad alguna.
Tuve un accidente hace unos 20 años donde mi auto volcó. El impacto de la colisión dañó mis nervios y el lado izquierdo de mi cara quedó paralizado – Contó Malinda Herman a Coconunts Bangkok.
Durante mucho tiempo Malinda, se sintió mal por su apariencia física y a esto se le unió algunas dificultades motoras, que debido al accidente tuvo que empezar a afrontar en la soledad de su casa, mientras ganaba la seguridad suficiente para salir al mundo siendo la valiente vencedora de aquel trágico recuerdo.
Me sentí realmente terrible después del accidente. Durante unos dos años, no dejé que nadie me viera la cara, estaba avergonzada. Todo estaba deformado y mi ojo izquierdo no podía cerrarse correctamente. Podía hablar pero no bien. No podía masticar comida ni nada – Dijo Malinda Herman al medio de comunicación.
Las cosas que amamos son pieza fundamental de nuestra felicidad.
A pesar de que Malinda estaba haciendo todo los ejercicios para recuperar la perfecta movilidad de su rostro, las terapias faciales avanzaban de manera lenta y ella no podía simplemente quedarse en su casa, viendo como su vida se detenía por aquel incidente.
Por su parte, su hijo tampoco estaba de acuerdo con el aislamiento de su madre, por lo que consciente de que a ella siempre le había gustado cantar, le regaló una guitarra para que se dedicara de pie asiento a interpretar melodías y de esta forma fortaleciera sus músculos faciales.
Inicialmente Malinda cantaba sola, pero cuando adoptó un perrito de raza Chihuahua, tras el fallecimiento de uno de sus hijos perrunos, este se convirtió en su fiel compañía y además uno de los espectadores más importantes de su carrera artística, luego de que el peludito la escogiera como su mamá humana.
Una inspiración llena de pelos, ladridos y una sonrisa muy hermosa.
Jiw Jam, como fue llamado el perrito, poco a poco se fue acostumbrando al día a día de su mamá, lleno de notas musicales y videos en los que él también quería hacer parte. La primera grabación juntos fue publicada en su canal de YouTube hace más de un año, en el que se ve al hijo perruno descansando sobre la guitarra, mientras escucha feliz a la mujer cantar dulcemente.
Muchos internautas reaccionaron positivamente a la tierna escena, pero fue un video interpretando la canción More than I can say – “Más de lo que puedo decir” en español, que se dieron a conocer de manera inimaginable. Quizás en esa ocasión fue el sentimiento de Jiw Jam, lo que conmovió los corazones de los espectadores, pues en la grabación se ve al perrito recostarse en el pecho de su madre, mientras se queda dormido demostrando la tranquilidad que le da escucharla cantar.
Ahora Malinda publica todos su videos acompañada de su perrito Jiw Jam, en los que de vez en cuando se ve al peludito apoyando la segunda voz e incluso en ocasiones también lo hace su curiosos gato. Cabe resaltar que la mujer tiene más hijos perrunos bajo su cuidado, pero al parecer el menor de todos es quien heredó su gusto por la música.
La relación de esta abuelita y su perrito, nos demuestra una vez más, la importante misión que los animalitos tienen en nuestras vidas y que como signo de agradecimiento para con ellos debemos amarlos y cuidarlos para siempre.
Acá te dejamos el divertido video de este par de interpretes musicales.
Fuente: Coconunts Bangkok.