Lo más difícil ya pasó, lindo.
Jayme Harley y Aaron Peters son una pareja de novios con dos pequeñas hijas, un perrito y un gatito con los que conforman una amorosa familia de seis en Oklahoma, Estados Unidos. A mediados de agosto, Jayme se levantó con un mensaje de su novio que le cambió la vida y la tiene siendo mamá de nuevo, esta vez, de otro peludito que los necesitaba más de lo que ellos se imaginaban.
La oportunidad perfecta en el momento indicado.
La mujer obtuvo una oportunidad única después de haber insistido con el tema de adoptar a otro perrito a su novio Aaron, que no estaba muy convencido y había retrasado la discusión para ganar tiempo, sin embargo, ese mañana Jayme se despertó con una foto muy especial en sus notificaciones de redes sociales.
Un hermoso Pit bull con una mirada triste y visiblemente afectado por un problema de piel, se encontraba en una gasolinera a la que el hombre había ido para cargar su camión de FedEx con el que trabaja para el sostenimiento del hogar. ‘¡Ve a buscarlo!’ con ese corto pero diciente mensaje, Aaron dio el visto bueno para rescatarlo y Jayme, que todavía pensaba que estaba en un sueño, corrió de inmediato a la estación de servicio ubicada en el condado de Kinta.
Parecía que necesitaba una familia. Pensé que podríamos darle un lugar bueno para vivir. –Dijo Aaron a The Dodo.
Cuando llegó, entendió el porqué del amor que llevó a Aaron a tomar la decisión de dar su visto bueno para el rescate: los ojos azules del pequeño enamoraron a la pareja. De inmediato, Jayme le ofreció agua y pudo apreciar la hermosa y noble personalidad del peludito al que decidió llamar Rufus.
Una chica se detuvo y me dijo que lo había visto saltar de un auto. Nadie lo aceptaría porque era un Pit bull. Eso me rompió el corazón porque no debería importar de qué raza sea. Todo lo que quería era alguien que lo amara. – Comentó Jayme a The Dodo.
Parte de la familia de inmediato.
La mujer solo tuvo que pensarlo durante un par de segundos para decidir que haría parte de su familia y no abandonaría nunca a Rufus. De inmediato lo subió a su vehículo donde, después de acomodarlo y empezar a salir de la estación de gasolina, el pequeño sintió la paz que tanto necesitaba y quedó profundamente dormido mientras roncaba con gusto.
La nostalgia se apoderó de Jayme que supo que el pequeño por fin podía sentirse tranquilo y entendía que tenía una cama y comida para esa noche. No dudó ni un solo instante de las buenas intenciones y se dejó amar de la mejor manera.
Antes de ir rumbo a casa, la mujer quiso asegurarse de su estado de salud, por lo cual, lo llevó a su veterinario de confianza donde le dijeron que no tenía dispositivo de rastreo y que tratarían su afección en la piel, fuera de eso, el peludito estaba totalmente sano y listo para iniciar otra aventura.
A pesar de su estado de ánimo triste y los problemas que probablemente había tenido en su paso por las calles, cuando Rufus llegó a casa, inmediatamente supo que ese era su lugar. La bienvenida de sus hermanos peludos no pudo ser mejor y se lleva de maravilla con los gatitos y el otro perrito de la casa, además, sus humanos están muy orgullosos de la decisión que tomaron. Este hermoso y frágil perrito llegó a completar sus vidas y a recordarles el valor de la misma.
Ahora el pequeño Rufus tendrá un lugar eterno para dormir y roncar cuanto desee.
Adoramos ver estos finales felices.
Traerlo ha agregado esta calidez a nuestro hogar. Ha agregado mucha más risa. Fue la pieza final que necesitábamos para nuestra familia. Fue la pieza final que ni siquiera sabíamos que necesitábamos. – Concluyó Harley.
Fuentes: The Dodo.