Llevaban meses buscándose y cuando se reencontraron les costó darse cuenta que no estaban soñando, los dos estaban tan felices de volverse a ver.
Durante alrededor de 200 días este perrito de color café y raza pit bull llamado Blue, estuvo viviendo en la calle y posteriormente en un refugio de animales de Washington, tras haberse perdido de su papá adoptivo Pat.
Una separación dolorosa para todos los miembros de una familia.
La vida de Blue se estaba llevando con total normalidad, hasta que Pat fue convocado para un nuevo trabajo en Texas. Por supuesto entre los planes del hombre estaba incluido su hijo de cuatro patitas, sin embargo, un acontecimiento cambió por completo sus planes.
A unos cuantos días de la mudanza, el perrito se perdió y pese a que su papá humano lo buscó incansablemente en refugios, calles y parques no logró dar con su paradero. Con el corazón roto, Pat tuvo que viajar a presentarse en su nuevo trabajo con el pensamiento de que su peludito estaría bien y que quizás algún día volvieran a encontrarse.
El camino que tomó Blue cuando salió de su casa es totalmente desconocido, sin embargo, luego de unos días el cachorrito llegó a la casa de un desconocido buscando algo de comida y agua. Allí el hombre le tendió una mano amiga y adicionalmente se puso en contacto con el refugio de animales del condado para que pudieran ayudarlo.
Su destino empezó a cambiar en un pestañeo.
Blue, fue renombrado como Bones y en el refugio trataron su timidez y nerviosismo infundido por la situación que estaba atravesando, que por supuesto para sus rescatistas era desconocida.
Al principio era un poco tímido y no le gustaba mucho que todos los perros estuvieran a su alrededor, pero era extremadamente afectuoso con la gente y muy cariñoso con el personal – Aseguró Tammy Davis, directora ejecutiva del refugio, a The Dodo.
Allí lo cuidaron y amaron hasta que pudo ingresar al proceso de buscar una familia, pues es un amoroso perrito que merece lo mejor del mundo. Con la publicación de un divertido video del can jugando con un pelota azul que tenía desde que llegó al refugio, dieron inició a su proceso de adopción y sin pensarlo esa fue la mejor acción que pudieron haber hecho por él y su desconocido papito.
Acá puedes ver el video.
Un emotivo reencuentro estaba a la vuelta de la esquina.
Un amigo de Pat, el papá humano de Bones o mejor dicho Blue, vio el video en las redes sociales del refugio y de inmediato se las envió al hombre.
Pat, quien nunca perdió la fe de reencontrase con su perrito, se puso en contacto con la organización y tras los trabajadores confirmar con algunas preguntas y unas cuantas fotografías la veracidad de su paternidad, terminaron por descubrir gracias a la pelota azul que él era su dueño.
El juguete favorito de Blue en el refugio era una pelota azul chirriante y en nuestro video, estaba jugando con esa pelota. Una vez que comenzamos la conversación con el dueño, él dijo: ‘Sí, tengo fotos de mi perro’. Nos envió fotos de Blue en su casa con esa misma bola azul, que era su juguete favorito en casa. Fue loco – Contó Tammy Davis, al sitio web.
Posteriormente, Pat condujo cerca de 1.931 kilómetros desde Texas hasta Washington para reencontrarse con su hijo peludito y en cuanto ambos se vieron frente a frente, protagonizaron una escena llena de amor y felicidad.
Una explosión de amor, besos y abrazos.
Cuando Blue lo vio, no dudo en abrazarlo y besarlo, mientras que su papá entre lagrimas de felicidad, se aseguró de consentirlo y decirle cuanto lo extrañó durante esos seis meses. Para los trabajadores no quedó la menor duda de que eran una familia muy feliz y que el lugar del perrito era al lado de aquel hombre, que siempre guardó la esperanza de encontrarlo.
A continuación puedes ver el emotivo video.
Nuevamente un collar en su cuerpo sostenido por su papá, dejó de ser un recuerdo para Blue, pues luego de unos cuantos tramites el peludito se dirigió a su nueva casa y aunque es un poco lejos de donde ha estado viviendo últimamente, el cachorrito partió feliz al lado del hombre del que nunca debió alejarse.
La sonrisa del perrito a pocos segundos de empezar el viaje, es una imagen que de seguro su papá y rescatistas nunca olvidaran.
Esperamos que Blue y Pat sean muy felices y que nunca más vuelvan a separarse.