Apenas el niño vio a su perrita se puso a llorar, él mismo la había buscado sin descanso todos los días y la extrañaba muchísimo.
Esta hermosa perrita de raza pug de color negro, llamada Piper, con tan solo dos años de edad llegó a la vida de su ¨hermano¨ favorito como regalo de cumpleaños y desde aquel día han demostrado que son el uno para el otro. Sin embargo, el destino les puso una dura prueba que quizás no olvidarán.
Una mascota llegaba para alegrar las mañanas de la familia.
April Licata, es la madre de dos pequeños gemelos y de otros dos chicos más grandes llamados Carter y Natalie, ella hace todo lo que está en sus manos por verlos muy felices, incluso ceder un poco ante la gran responsabilidad de tener nuevamente un perrito en casa, pues ya tienen uno llamado Jake.
Debido a las constantes insistencias de los niños por tener otro perrito, April accedió y así fue como Piper llegó corriendo entre los niños con un lindo moño rosado, para aclarar que era una chica, a la fiesta de cumpleaños número 12 de Carter.
Aunque su hermana Natalie también estaba feliz con su llegada, rápidamente la familia notó que Piper, quería estar la mayoría de tiempo con Carter. Dormía plácidamente a su lado, se sentaba en sus piernas y mientras los niños estaban en la escuela, la perrita permanecía en la habitación del pequeño esperándolo pacientemente.
Como era costumbre, April sacaba a los dos perritos a dar un paseo antes de acostarse a dormir, les quitaba la correa del collar y los dejaba correr libremente por el vecindario unos minutos, sin embargo, esa noche al llamarlos devuelta solo regresó Jake.
“Piper, Piper” – gritaba la familia con la esperanza de que la pequeña perrita se hubiera distraído jugando con otros perros, pero luego de unas horas comprendieron que estaba perdida o quizás alguien la había robado.
Una familia angustiada y una perrita en busca de su hogar.
Aquella noche del 18 de noviembre terminó con la desconsoladora imagen de dos niños llorando inconsolablemente, Carter y Natalie, no entendían por qué Piper pese a los inagotables llamados no había regresado. La exhaustiva búsqueda de Piper comenzó la mañana siguiente, hablaron con los vecinos y entidades encargas del asunto, pegaron anuncios y finalmente hicieron una publicación en Facebook, ya no había nada más que hacer sino esperar pacientemente.
Diariamente salían a las calles en busca de Piper, guardaban la esperanza de que estuviera cerca a casa, todos estaban realmente tristes y Carter era el más afectado. Estaban a pocos días de iniciar la temporada decembrina y seguían sin saber dónde estaba la perrita, nadie la había visto y poco a poco se esfumaba la ilusión de tenerla nuevamente en casa.
Los niños mayores no querían tener nada que ver con la decoración del árbol de Navidad y fue un día de Acción de Gracias muy sombrío para ellos – Dijo April Licata a The Dodo.
Una mensaje encendió nuevamente estos corazones.
La noche del 2 de diciembre, Carter y Natalie no estaban en la casa, habían viajado a donde un familiar cercano, por lo que April y su esposo habían quedado solo con los dos pequeños gemelos, estaban cenando, cuando de repente ella recibió por medio de su cuenta de Facebookun mensaje que decía que en el Refugio de Animales del Condado de Genesee, habían recogido un perro con las mismas características de Piper.
Hubo un momento de alegría, a pesar de que no era seguro April sentía que era ella, que por fin habían encontrado el miembro de la familia que se le había perdido, pero ella prefirió guardarlo en secreto al menos por unas horas.
La mañana del 3 de diciembre, April fue al refugio, una organización que se encarga de recoger perritos callejeros en el condado. Estaba nerviosa, pues quería darles nuevamente a sus hijos la alegría de ver a Piper, el encargado trataba de sostener en sus brazos una pequeña perrita de color negro de raza pug, que parecía haber visto a alguien conocido: era ella, la perrita que la familia estaba buscando desde hace 15 días, la mujer la alzó y la llevó de regreso a casa.
Piper llegó en busca de Carter, pero él estaba en la escuela y mientras iban a recogerlo, la triste perrita deambuló por la casa esperando volver a ver a su alma gemela.
Por fin había llegado la hora del esperado reencuentro.
Piper, había esperado pacientemente esa mañana la hora de ir a recoger a Carter a la escuela y el momento por fin llegaba. Fue puesta en el asiento del copilo nuevamente con un moño en su cuello y tras unos minutos, su dueño apareció a pocos metros del auto.
A medida que Carter se iba acercando al vehículo Piper se ponía más feliz y su colita daba fe de eso, solo los separaba un vidrio y la perrita puso sus paticas en él como tratando de saludarlo calidamente, al verla el niño no lo podía creer y sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas de felicidad.
El chico corrió a la parte trasera del auto para dejar sus cosas y Piper lo siguió con su cuerpo y su mirada, con la velocidad de un niño que desea abrazar a su perrita perdida, Carter se subió al vehículo y abrazó a la peludita tan fuerte como pudo, habían sido largos días sin ella y no estaba dispuesto a soltarla nunca más.
Mi hijo ama mucho a su perra, estaba enfermo mientras ella no estaba y esta noche está durmiendo a su lado otra vez – Escribió April Licata en su Facebook.
Por fortuna Piper tiene unos dueños muy responsables que la buscaron arduamente hasta encontrarla y ahora la familia está completa nuevamente, de seguro que la próxima vez que hagan el paseo diario tendrán más cuidado.
A continuación encontrarás el vídeo para que te dejes contagiar de tan lindo amor.
Fuente: April Licata, The Dodo.