Se conocen desde hace 7 años, son muy amigos y se quieren mucho.
Todos los animales son increíbles y aunque la sociedad ha dado pasos enormes hacia el entendimiento y la empatía por los animalitos considerados de compañía, falta muchísima conciencia en cuanto al respeto y valoración de aquellos que hacen parte de la fauna salvaje. Desafortunadamente en nuestros tiempos todavía impera la idea de que estos son monstruos peligrosos.
Precisamente los tiburones son los más perjudicados con esta mentalidad, pues pocos se interesan por defender sus derechos y año tras año sus poblaciones se reducen considerablemente debido a la pesca y la contaminación de los océanos de todo el mundo.
Sin embargo, son muchas las ocasiones en que estos maravillosos animales han demostrado su alto nivel de inteligencia e incluso de empatía con los seres humanos y esto bien lo ha comprobado Rick Anderson, un experimentado buso que tiene como mejor amiga a una hermosa tiburón.
Empecé a jugar con ella hace siete años cuando era sólo una cría de 15 centímetros. Me acerqué cautelosamente para no asustarla y la acaricié con cuidado. Una vez que se acostumbró a mí, la sostuve en mis manos y le hablé con suavidad a través de mi regulador. – Contó Rick.
En las siguientes temporadas, me reconoció y se acercó para recibir caricias y abrazos. Se acostumbró cada vez más, hasta el punto de que nada hasta mí cuando me empiezo a ir y golpea mis piernas para que la tome en brazos. – Continuó Rick.
La mayoría de los buzos que ven esto por primera vez no lo pueden creer. No la alimento ni a ella ni a ningún otro tiburón con los que juego. Los trato como si fuesen un perro. – Finalizó Rick.
Su maravillosa experiencia nos demuestra una vez más la capacidad que tienen estos sorprendentes animales para albergar sentimientos y generar vínculos, no sólo con sus congéneres, sino con miembros de otras especies.
Fuente: Instagram, Rick Anderson, NBC25News.