Aunque el fenómeno ocurre en una mínima proporción cada año, este año las pérdidas son irreparables. Nadie sabe aún de qué se trata.
Desde principios de octubre, la organización Ocean Conservation Namibia, con base en el país costero africano, ha visto con preocupación un extraño suceso que, a medida que pasan los días, se vuelve más mortal.
Se trata de la muerte de más de más de 7.000 focas de la colonia reproductora Pelican Point que, precisamente, es controlada por el grupo en cabeza de Naude Dreyer, su cofundador.
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Un fenómeno natural amplificado y muy extraño.
Las principales víctimas de esta inesperada oleada de muertes han sido las crías de las miles de focas que hacen parte de la colonia reproductora. Aunque las madres tenían planeado dar a luz en noviembre como cada año, los cuerpos hallados desde principio de mes son los de esos fetos que, según Naude Dreyer, abortan porque sienten que no tienen las suficientes reservas de grasa para llevarlos consigo. Aunque suele ser algo normal, en unos cuantos casos anualmente, este año es una pandemia inexplicable.
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Desde ese momento, la organización junto con varios científicos y los institutos de vida marina correspondientes en el país, lanzaron una alerta mundial para dar a conocer lo que estaba pasando, sin embargo, transcurridos los días, la preocupación empezó a aumentar debido a la muerte de las madres.
Lo que hemos estado observando es menos crías de foca recién muertas y muchas hembras adultas muertas. –Dijo Naud Dreyer en publicaciones de la organización.
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Los diferentes sectores involucrados han empezado a inclinarse por distintas teorías, todas ligadas a causas externas que estarían afectando el cuerpo de estos animales: bacterias, contaminantes presentes en el océano por cuenta del cambio climático y, la más sugerida: inanición por cuenta de un banco de peces que migró.
La falta de alimento ya había sido la causante de un desastre similar en 1994 en otra colonia de reproducción cercana. Por ahora, las crudas y tristes imágenes han dado la vuelta al mundo y la organización pide ayuda para obtener recursos de investigación que les permitan encontrar la causa exacta y poder atacarla lo más pronto posible para evitar más muertes trágicas de una especie tan importante.
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Este, sin duda, es uno de los capítulos más tristes para la vida marina en la época moderna. Por esa razón, si quieres ayudar a esta investigación, que corre contra el tiempo, puedes ingresar en el siguiente enlace.
Esperamos que estos hombres y mujeres que luchan por la conservación puedan encontrar rápido la solución.
Fuentes: Ocean Conservation Namibia, GoGetFunding.
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