Perrita de élite de la CIA no quiere trabajar más, quiere tener una casa y jugar con niños


La CIA cumple su deseo.

La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos es una de las organizaciones más misteriosas del planeta y sus labores están implícitas en muchos de los aspectos de la escena política nacional e internacional, como otras fuerzas del gobierno, sus agentes no solo son humanos. Los perritos son entrenados como agentes K9 para ser usados en misiones antidrogas y antiexplosivos.

En 2017, sin embargo, tuvieron una labor que no se esperaban cuando Lulu llegó a cambiar todo lo que conocían en el adiestramiento de los peluditos.

Aunque los agentes de cuatro patitas siempre tienen que ser entrenados y su trabajo va subiendo de nivel con el tiempo, a esta labradora negrita parecía no interesarle oler para vivir. Aunque su comportamiento era amable y dócil, las recompensas y los sobornos no iban con ella y su personalidad dejaba claro que eso no era lo que quería para su vida.

Tiempo de separar caminos.

Durante su entrenamiento, Lulu hacía una labor que sus superiores catalogaban como de altísimo valor y muy noble, aprendía a investigar en botes y distintos lugares de escondite, así como retos más grandes como bloques de concreto, para este trabajo su olfato era la clave. A pesar de esto, a Lulu nunca le interesó el olor a explosivos, por más que se esforzó, simplemente prefería olfatear a los niños o a los demás perros mientras jugaba en un parque sin complicaciones.

Con una publicación de rendición total ante los deseos de Lulu, la CIA le dio de baja a la agente, que duró muy poco tiempo al servicio de la organización. En Twitter, a modo de despedida, la agencia abrió un hilo en el que expresaba su profunda tristeza y resignación explicando que la pequeña peludita simplemente nunca se adaptó. Los halagos, las golosinas y los premios nunca la animaron y, aunque cumplía con las ordenes de sus superiores, el trabajo se hizo cada vez más tedioso para ella.

Para algunos perros, después de semanas de trabajar con ellos, está claro que el asunto no es de tiempo y en lugar de eso, este no es el trabajo para el que están hechos. –Cita uno de los tweets de la agencia.

El lugar al que realmente pertenece.

Cuando se tomó la decisión, el primer interrogante venía de quién iba a hacerse cargo de la peludita de ojos hermosos. Aunque había la posibilidad de abrir la adopción al público en el tierno y divertido hilo de Twitter, su entrenador en la agencia tenía un lugar en su casa para ella, al lado de sus hijos y un nuevo amigo gemelo, otro labrador negrito. Lulu recibió con felicidad la idea, siendo atraída por la vida hogareña y tranquila.

Lulu es libre desde ese momento, es más feliz que nunca y va por ahí olfateando conejos y pequeñas ardillas en el patio trasero del que es su hogar desde hace dos años. Ahora tiene lo que siempre quiso, una familia para no hacer nada más que ser la consentida y recostarse mientras la miman. Algunos no estamos hechos para esa clase de trabajos y ella lo demostró.

A propósito de esta historia, en ZooCloud. pensamos que ningún animal debe trabajar, si bien es cierto que sus habilidades son maravillosa y encuentran cabida en muchos ámbitos, ellos son como niños, alcanzan un desarrollo mental equiparable al de un niño de cinco años, por lo que hacerlos trabajar es muy injusto. Todos los animales lo único que desean es alimentarse, jugar, ser consentidos y dormir, justo eso es lo que merecen.

Fuentes: CIA, Washington Post.