Una perrita compartió su manta favorita con un perrito callejerito que tenía frío

Una lección de solidaridad que todos los humanos deberíamos aprender.

Los animales día tras día nos dan a los seres humanos poderosas y admirables lecciones de solidaridad, amor, lealtad y sacrificio, mientras que muchas personas que abandonan a sus hijos, roban y maltratan nos obligan inevitablemente a revaluar quienes son más evolucionados si los animales o nosotros, pero a pesar de todas estas muestras, y de manera incomprensible, todavía hay quienes ponen en duda que los animalitos tengan sentimientos e inteligencia.

Recientemente una perrita en Brasil, llamada Lana, compartió su mantita con un perrito de la calle que tenía frío, mostrándonos una vez más que tal vez ellos tengan el corazón que a tantas personas les hace falta.

Según lo que le comentó Suelen Schaumloeffel a un reconocido medio de comunicación animalista, Lana, su perrita, se ha caracterizado siempre por ser sumamente amistosa con los demás animales, es juguetona, tierna y muy noble, nunca se pelea y ama estar en compañía de otros de su especie. También con las personas es dulce y amorosa.

Por su parte la familia de Lana, la dora, todos la cuidan mucho y se preocupan porque tenga lo necesario para estar bien y ser feliz. Viven en una casa amplia con un gran jardín en el que la perrita juega e incluso en ocasiones duerme, tendida sobre su manta favorita.

Pero la imagen que le ha dado la vuelta al mundo y que la ha catapultado a la fama, tuvo lugar un día en que el esposo de Suelen, salía temprano a trabajar y vio que su perrita había sacado cuanto menos la mitad de su manta por entre la reja para que un perrito de la calle se pudiera refugiar del frío de la mañana. Ambos animales dormían uno al lado del otro separados tan solo por la reja.

El esposo de Suelen al ver tan conmovedora muestra de solidaridad, tomó la foto.

Ambos afirmaron que con anterioridad habían visto al perrito rondar la casa y que lo habían intentando atrapar para adoptarlo y hacerlo parte de su familia, pero que el animalito era en extremo miedoso y desconfiado y tan pronto alguien se acercaba huía a toda velocidad. A la única que se acercaba era a Lana.

Dicen que les gustaría mucho un día poderlo atrapar para cambiar su vida y alejarlo de la tristeza de la calle, además saben que su perrita amaría su compañía. Esperamos que así suceda pronto.

No olvides compartir la bonita historia de Lana y su inmensa solidaridad.